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  • 07/09/2020
COVID 19 Y PSICOLOGÍA. Necesidad de Adaptación

Incertidumbre y miedo, serían dos características que pueden describir muy bien los momentos que estamos viviendo desde el inicio de la pandemia. Con la llegada a nuestras vidas del SRAS-CoV–2 y la enfermedad Covid 19, nuestro estado de bienestar se ve constantemente en peligro. Las consecuencias sanitarias y económicas actuales, nos demandan una adaptación psicológica constante.

Impacto Psicológico

Después de haber vivido largos meses de cuarentena y aislamiento, son muchos los que se preguntan sobre el impacto psicológico que esto ha tenido en la población. La comunidad científica aún está recabando datos para poder concluir de una forma certera las consecuencias a nivel psicológico que ha tenido y está teniendo la enfermedad Covid 19 .Por otra lado, no debemos de sacar conclusiones precipitadas y desde la salud mental debemos de ser muy escrupulosos a la hora de considerar patológicas ciertas conductas o síntomas.

Es cierto que el impacto psicológico existe, pero hemos de tener en cuenta las vivencias individuales y conceder ciertos síntomas a las necesidades adaptativas. A continuación, hacemos una reflexión sobre las primeras observaciones que tenemos desde las consultas de psicología a la espera de poder llegar a generalidades más precisas, que nos aportarán los datos.

Todos hemos vivido momentos de aislamiento durante la cuarentena, pero ¿Cómo puede habernos afectado?

    • Como consecuencia a los periodos de aislamiento, se han observado un incremento de los diferentes cuadros de ansiedad, dificultades para mantener rutinas y hábitos saludables, trastornos del sueño así como trastornos emocionales destacando por su mayor prevalencia el ánimo bajo y la irritabilidad o sentimientos de soledad. También se han observado síntomas como falta de concentración, indecisión, deterioro del rendimiento laboral y resistencia a trabajar.
    • El miedo a la enfermedad ha incrementado los sentimientos de impotencia o angustia, así como conductas evitativas o compulsivas.

Es importante recalcar que gran parte de las reacciones psicológicas que hemos señalado no son patológicas. Forman parte de los procesos adaptativos que como seres humanos ponemos en marcha ante circunstancias tan complicadas como las que hemos y estamos viviendo. Experimentar un cierto nivel de ansiedad es necesario para mantenernos alerta y que no bajemos la guardia frente a ciertas situaciones que requieren una vigilancia como pueden ser , las medidas de seguridad establecidas que debemos observar por el bien común.

Criterios de intensidad y duración son esenciales para poder realizar una evaluación psicológica correcta. Si los estados emocionales o los síntomas que antes hemos descrito, son muy intensos y/o duraderas es cuando deben producir alguna preocupación.

Cuando los síntomas pueden complicarse

Debemos de tener en cuenta las vivencias individuales, observando una mayor prevalencia de impacto psicológico en aquellas personas que han sufrido la pérdida de un ser querido, donde las despedidas, muchas veces no han podido realizarse de una forma correcta, produciendo en muchos casos la complicación en los duelos. También en aquellos casos en los que se ha perdido el empleo y por tanto la fuente principal del sustento familiar, se observa un mayor impacto o prevalencia de síntomas psicológicos. Especial atención a aquellas personas que han desempañado actividades sanitarias u otras actividades en la llamada primera línea. Algunas situaciones que puede llevar a padecer un impacto psicológico mayor son:

    • Situaciones de duelo complicadas. La pérdida de un ser querido, siempre requiere un proceso de duelo, donde podemos encontrar síntomas de ansiedad, tristeza, falta de apetito etc. Pero la vivencia de la pérdida de un ser querido en situaciones más complejas o traumáticas, como las que hemos vivido durante los meses donde la pandemia no nos ha permitido despedirnos de una forma correcta, impidiendonos velar a nuestros allegados , pueden suponer el desarrollo de un duelo patológico donde aparecen síntomas y emociones más complejas como son la depresión y la culpa.
    • Dificultades económicas y laborales. La pandemia, no solo nos ha afectado a nivel sanitario sino que, son muchas las personas que han perdido sus empleo y por tanto las principales fuentes de ingresos. Estas situaciones generan estados de estrés, angustia e incertidumbre así como dificultades para adaptarse a la nueva situación.
    • Profesionales en primera línea. Especialmente los sanitarios, pero también otros grupos de trabajo esenciales, como profesionales de los servicios de limpieza , empleados de comercios, cajeros o trabajadores de sucursales bancarias (y muchos otros), se han visto sobrepasados y han tenido que desempeñar su labor cuando las medidas de protección han resultado insuficientes. El miedo al contagio de sus seres más cercanos, debido a la exposición a la enfermedad, irritabilidad, síntomas de agotamiento, trastornos del sueño o sentimientos de culpa, es algo que todos ellos comparten. En el caso de los sanitarios, la vivencia constante de la muerte y la toma de decisiones bajo un alto grado de estrés, pueden, en muchos casos llevar al desarrollo de síntomas traumáticos.

Y ahora… ¿Qué podemos hacer?

Desde un punto de vista psicológico, lo primero y más importante que recomendamos hacer es tomar conciencia y aprender de lo que hemos vivido, ya que nos daremos cuenta de qué herramientas nos han resultado útiles y de cuáles no.

Debemos de ser conscientes de que aún estamos en un periodo de adaptación y por tanto nuestro sistema psicológico y emocional debe de continuar en forma. Por ello, proponemos las siguientes medidas a tener en cuenta:

    • Aprender de lo vivido: Hemos sido capaces de adaptarnos a las circunstancias extremas,poniendo en marcha nuestros sistemas de alarma a través de la ansiedad y el miedo, resultando ambos útiles para adaptarnos. No debemos de olvidar que han de activarse en su justa medida para que no se conviertan en un problema.
    • Permítete: Debemos concedernos y debemos conceder la ventilación emocional .Hemos de continuar trabajando en nuestra inteligencia emocional, permitiéndonos hablar de las emociones que sentimos y no reprimirlas ya que podemos caer en el error de bloquear nuestro sistema emocional, necesario para la adaptación. Del mismo modo, debemos de permitir a los demás su propia expresión emocional, donde nuestro papel ha de ser el de sostener y no juzgar las necesidades expresivas de los demás.
    • Retomar rutinas: Es necesario recuperar rutinas no solo laborales sino también de ocio. Es cierto que son muchas las actividades que aún no se pueden llevar a cabo del mismo modo en que lo hacíamos antes de la pandemia. Si es el caso, debemos de buscar alternativas que satisfagan nuestras necesidades de ocio y tiempo libre.
    • Evitar el tiempo pasivo: Entendiendo tiempo pasivo como aquel que no tiene una finalidad clara. Debemos de emplear estos tiempos vacíos en momentos de autocuidado o de descanso, dándoles una intencionalidad anticipada.
    • Manejo de la atención: «Aquí y ahora». La atención es una función ejecutiva de nuestro cerebro que juega un papel importante en los procesos psicológicos. Debemos de cuidarnos de mantener la atención constante hacia informaciones que nos puedan activar. Mantenernos informados no es lo mismo que someternos a un sobre información que puede llegar a ser contraproducente para nosotros.
    • Socializar: Es una parte esencial para la supervivencia del ser humano. Debemos de estar en contacto con los nuestros. Desde la psicología, defendemos encarecidamente la necesidad del contacto con los demás. No debemos de confundir la distancia social, con la distancia física. Podemos mantener contactos sociales sin necesidad de tener un contacto físico y manteniendo las medidas de seguridad sanitaria.
    • Solicitar ayuda de un profesional si es necesario: Siguiendo el principio de intensidad y duración, si notas que algunos de los síntomas que hemos comentado anteriormente continúan siendo muy intensos o interfieren en el desarrollo de las funciones del día a día o si te has visto expuesto a situaciones estresantes o consideras que has vivido momentos traumáticos y te está costando re-adaptarte, solicita ayuda profesional. Desde la psicología, podemos ayudarte a realizar los ajustes que sean necesarios, siempre con una previa evaluación.

En Aránzazu Gutiérrez Psicología, somos expertos en intervención en trauma y ajuste emocional. Si quieres más información o necesitas ayuda psicológica, ponte en contacto con nosotros. Te podemos ayudar.

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